¿Habéis
dicho alguna vez este asunto me da dolor
de cabeza? ¿Si sigues preocupándote acabarás
con una úlcera? En verdad, en ocasiones nuestros propios miedos nos
producen fugas de energía. Es lo que ocurre cuando, por ejemplo, somatizamos
nuestros sentimientos. Lo que pasa es que se nos escapa la energía. O más bien,
permitimos que se nos escape. ¿Y adónde va? Pues aquí entran en juego lo que
podríamos llamar parásitos energéticos.
Se trata de energías negativas, de formas de energía que van a aprovechar
nuestro estado anímico. Y entonces decimos que el problema es más fuerte que yo. Pero en realidad no se trata de ese problema,
de esa persona o de ese asunto concreto, sino más bien de que estamos poniendo a disposición de estos
parásitos energéticos nuestra propia fuerza vital. Esto es lo que le ocurrió
a Simón. La madre de Simón, ya fallecida, había sido muy autoritaria y
despótica, y era bastante agresiva con él y con su hermana. Los años vividos
junto a su madre hicieron que Simón llegara a la edad adulta con unos miedos
descomunales a... Bien, a prácticamente todo. La energía tan fuerte y negativa
de su madre se había instalado en él de tan manera que, años después de su
muerte, Simón era incapaz de llevar una vida normal. Ciertamente, la impronta
de su madre se manifestaba en él en forma de parásitos energéticos. Y Simón, a
pesar de tener una esposa y dos hijos maravillosos, se sentía terriblemente
mal. Sin ilusión, sin fuerzas, sin ganas de vivir. En resumen, era depresivo. Sin
embargo, Simón era y es un ser maravilloso, cuya Luz estaba a punto de salir y
dejarse ver... Gracias a la TERAPIA ENERGÉTICA, Simón comenzó una nueva vida....Si
quieres saber cómo ocurrió, pincha TESTIMONIOS!!!
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